Libro del Peregrino

Este Libro del Peregrino (edición impresa disponible a través de Patris-Verlag) presenta ocho momentos de la infancia del P. Kentenich en Gymnich:

La Capilla de San Antonio (A once kilómetros de distancia)

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El difícil camino antes del nacimiento

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En casa de los abuelos

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La Iglesia Parroquial y del Bautismo

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La Capilla de Santa Ana (Kohlstrasse, cerca de 1 km hacia el oeste)

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Señales de una cultura cristiana

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Según el tiempo planificado para la visita, se pueden elegir diferentes posibilidades. En cualquier caso, vale la pena visitar primero la casa natal en la Kunibertusplatz para visualizar allí el video sobre la infancia del P. Kentenich en Gymnich.

En la casa natal existe la posibilidad de celebrar la Eucaristía, también se puede celebrar en la Iglesia Parroquial, tras ponerse de acuerdo con el Párroco.

Posibilidad A – Medio día:

Estación 2: Casa natal
Estación 4: Iglesia Parroquial
Estación 3: Casa natal

Posibilidad B – Un día completo:

Estación 2: Casa natal
Estación 1: Capilla de San Antonio (En automovil cerca de 11 km)
Estación 4: Iglesia Parroquial
Estación 7: Castillo de Gymnich
Estación 6: Lugar de la escuela desmantelada
Estación 3: Casa natal

Posibilidad C – Dos días o una visita posterior:

Como la posibilidad B, agregando:
Estación 8: Columna Mariana y Puente con San Juan Nepomuceno
Estación 5: Capilla de Santa Ana

Las meditaciones han sido escritas de tal manera que es posible usarlas en otra serie. Un Plano General se encuentra a continuación:

“El alma humana es una creación maravillosa.
Ninguna impresión acogida por ella, que haya sido grabada en ella, se pierde.
Tarde o temprano todas estas impresiones en alguna forma ponen en movimiento la voluntad humana, la personalidad humana.
Se pueden imaginar la importancia que tienen, por ejemplo, las primeras impresiones que como niños hemos acogido en nosotros.”

Padre José Kentenich, Jornada Pedagógica 1951

PARA AMBIENTARNOS

INFANCIA

Es como si alguien estampara imágenes o signos escritos en una arcilla húmeda. Mientras la arcilla esté húmeda se pueden trabajar y modificar las imágenes, pero cuando se seca y se cocina queda permanentemente.

Algo parecido sucede con la infancia de una persona. Durante los primeros años de su infancia, incluso durante los nueve meses de su concepción, las experiencias que tiene dan dirección a su vida. Expresado con una imagen: en este tiempo se escribe el guión de su vida.

Toda persona experimenta en su infancia encuentros y circunstancias que le alegran o que le influyen negativamente. A pesar de eso, su vida no queda predeterminada. Todo depende de lo que esa persona haga con esas experiencias. Depende de cómo en el curso de la vida trabaje con las luces y sombras de su infancia. Si permite abrirse a experiencias nuevas, encara situaciones difíciles y se deja ayudar por otros.

Laa personas creyentes descubren en las experiencias de la infancia el comienzo de un camino de vida en el que Dios lo acompaña con amor en los días alegres y en los días tristes. Si una persona tuvo una infancia difícil, la pregunta que deberíamos hacernos, a pesar de las dudas que nos plantee, no es: ¿cómo pudo Dios permitirlo? sino que más bien debería ser: ¿qué intención tiene Dios con esta persona a la que le exige tanto?

Esta pregunta ciertamente la podemos plantear en vista a la infancia del P. José Kentenich:

¿Qué irá a ser de este niño? En un tiempo en que las mujeres no casadas a la espera de un hijo eran despreciadas y los niños nacidos fuera del matrimonio tenían muy pocos derechos, al pequeño Josef no le fue fácil. Sin embargo, recibió el amor de su madre y el cobijamiento que pudo experimentar luego de iniciales problemas en casa de los abuelos. Y además, se daban las circunstancias que coloreaban la vida de un pueblo y de una parroquia de fines del siglo XIX.

Este LIBRO DEL PEREGRINO examina algunas situaciones de la infancia de José Kentenich. Experiencias que conocemos dan nueva luz, junto a las miradas al ambiente social y eclesial de ese tiempo. Una y otra vez se nos plantea a pregunta: ¿Qué irá a ser de este niño?

Cerca de 130 años después de su nacimiento sabemos hoy qué ha sido de este niño. Su historia de vida, meditada a la luz de las perspectivas actuales nos deja admirados de lo que ese hombre ha hecho de su vida y de su vocación: cuando reconoció sus raíces y se entregó a la conducción de Dios.

Así pues, estamos invitados a seguir las huellas que el P. José Kentenich dejó en su lugar de origen y al mismo tiempo a pensar en nuestra propia vocación.