Nuestra formación
La formación completa de un Padre de Schoenstatt dura alrededor de 10 años. De acuerdo a la recomendación de nuestro Fundador, el P. José Kentenich, la ordenación sacerdotal debería suceder a partir de los 30 años.
Nuestra formación incluye tres elementos: formación espiritual, estudios académicos y preparación práctica para el sacerdocio. En esta década de formación, estos tres componentes se alternan de forma complementaria.
Cuando un joven ha madurado la decisión de hacerse sacerdote y primeramente, postula a la comunidad, es llamado “candidato”.
Los “candidatos”
Muchos de los jóvenes con los que trabajamos en el Movimiento de Schoenstatt se cuestionan sobre nuestra vida como Padres de Schoenstatt. Todos los que realmente se interesan por conocer nuestra comunidad son muy bienvenidos en nuestras casas y trataremos, siempre, de contestar sus preguntas.
Lo que nosotros llamamos un “candidato” es alguien que ha postulado oficialmente a la comunidad. Dependiendo de cuán pronto alguien se decide sobre su vocación y también dependiendo de los países y el curriculum de formación local. Es posible que alguien permanezca como candidato por un largo tiempo, mientras él, por ejemplo, termina los últimos años antes de entrar a la universidad o incluso los primeros años de filosofía y teología en la universidad, hasta que se abra la posibilidad de un nuevo curso de noviciado. Durante este tiempo, en algunos países, los candidatos ya viven juntos en casas de formación del Instituto. En otros países, ellos se quedan con sus familias.
No más de seis meses antes del Noviciado y en una ceremonia oficial de aceptación a alguno de los territorios (Provincias) del Instituto, el candidato pasa a ser entonces, lo que llamamos un postulante.
Postulantado
El postulantado es un tiempo importante para experimentar la Comunidad por primera vez. Puede durar de 3 meses a un año. El período depende, en cada caso individual, de las introducciones necesarias a la fe, a la vida religiosa y al conocimiento básico de Schoenstatt. La duración también está determinada por el tiempo de espera para tener el número suficiente de candidatos, para que un curso de Noviciado pueda ser formado.
Noviciado – un tiempo concentrado de gracias y bendiciones
El Noviciado es un tiempo de introducción intensa a la vocación y la comunidad. Está dividido en un período “cerrado” de un año, una práctica de 6 meses y posteriormente, 6 meses de Propedéutico.
El primer año se enfoca en la formación espiritual de los novicios, en la introducción a la espiritualidad de Schoenstatt y en la formación de la comunidad de curso. Esto está basado en nuestras Constituciones, que aseguran la permanente existencia de la comunidad de curso durante la vida de los miembros de la comunidad. La vida del curso tiene como objetivo dar impulsos a cada miembro de la comunidad individualmente y a partir de ello, a todo el Instituto.
Luego viene una práctica de seis meses – normalmente un trabajo social – para poner en práctica y probar la vida espiritual adquirida en un ambiente normal del día a día.
Los últimos seis meses comienzan con un retiro acompañado individualmente durante algunas semanas, seguido por un Propedéutico – unidad de estudio que construye un puente entre la espiritualidad de Schoenstatt y el estudio de la filosofía y teología.
Los estudios superiores
Después del noviciado, vienen los estudios filosóficos y teológicos. Dependiendo de los estudios ya concluidos por el miembro individualmente antes del noviciado y también del curriculum académico de cada país, el estudio continua por 3-5 años más y es hecho en alguna facultad o universidad acreditada por la Iglesia y si es posible, también por el país respectivo.
La consagración-contrato durante los estudios
La pertenencia a la comunidad se da en distintas etapas, siempre a pedido del individuo y aceptación por parte de la comunidad. Empieza con la admisión al noviciado, que concluye con la primera consagración-contrato válida por dos años. Esta consagración-contrato puede ser renovada por otros dos años. Le sigue una tercera consagración-contrato temporal, que puede extenderse por distintos períodos (de 1 a 3 años), dependiendo de cuánto tiempo necesite el miembro para completar sus estudios y llegar al diaconado.
Le sigue la “consagración-contrato perpetua” – unida a la ordenación diaconal – que es válida para toda la vida del miembro del Instituto. De acuerdo al deseo de nuestro fundador, que siempre quiso construir sobre vínculos libres, nuestro Instituto tiene un privilegio especial: el contrato con la comunidad puede ser disuelto libremente aún después de la consagración-contrato perpetua seguida de un análisis muy cuidadoso de cada situación. De parte de la comunidad, esto no puede suceder (en la mayoría de los casos salvo en el caso de un procedimiento que implica seria infracción del individuo en contra de la reputación y disciplina de la comunidad o de la Iglesia).
Solo cuando trabajes como sacerdote vas a saber si realmente es lo tuyo.
Práctica pedagógica y el primer terciado
El programa de estudios es interrumpido por una práctica de 9 meses y por un terciado de 3 meses. Esta práctica tiene, primeramente, la tarea de estimular y valorar la habilidad educativa del individuo y por lo tanto, la formación sucede preferiblemente en un lugar apropiado – los centros del Movimiento de Schoenstatt, en un colegio o en una parroquia. El primer terciado evalúa la práctica y da continuidad a la formación del Noviciado para revisar y profundizar la vida espiritual.
Práctica pastoral
Al final de los estudios académicos, empieza la primera formación pastoral para el ministerio sacerdotal. Este también es el período para la ordenación diaconal con distintas duraciones, normalmente, no más de un año.
Después de la ordenación sacerdotal, cada hermano pasa de uno a dos años trabajando en el ministerio ordinario de una parroquia. Este trabajo es seguido de encargos concretos para servir al Movimiento de Schoenstatt y la Iglesia. Una formación específica puede venir enseguida, dependiendo del interés y el talento del individuo y las necesidades del Instituto. Estudios superiores, como un magister o un doctorado pueden venir posteriormente. La formación pastoral continúa por algunos años después de la ordenación en una segunda fase, lo que ayuda a evaluar las primeras experiencias pastorales.
Segundo terciado
Después de esto, la formación espiritual concluye con un segundo terciado. Este segundo terciado tiene el sentido de elaborar todas las experiencias, especialmente de la primera infancia, adolescencia y de la formación académica para que el hermano pueda llegar a un equilibrio interior maduro, lo más consistente posible, para ser capaz de servir de todo corazón a otras personas y estar disponible para las tareas del Instituto.