La Imagen de Sion
Nuestra fuente de vida espiritual: el Monte Sión
El Monte Sión es el hogar espiritual de los Padres de Schoenstatt
Nuestro Fundador, el Padre José Kentenich, nombró así en 1966 al monte que mira el valle del Rin. Aquí interpretó la importancia y la tarea de la comunidad y del lugar: el Monte Sión es un lugar, un legado, y una misión confiada por el Fundador. Queremos vivir un vínculo vivo con Dios, y desde esta raíz queremos trabajar por un mundo unido a Dios, que encuentre en él su unidad y armonía. Nuestra vocación es trabajar en forma total por la inspiración, la organización y la unidad del Movimiento de Schoenstatt.
Foto: Brehm
“¿Qué simboliza el MONTE SIÓN? Simboliza un lugar elegido, un lugar de elección. En segundo lugar, es un símbolo de la inmanencia de Dios, de un encuentro con Dios. Además, es un símbolo de la bendición de Dios. Un lugar de oración y un lugar donde la gente puede sentirse protegida, no para dormirse, sino para crecer en forma más profunda en el corazón de Dios. Desde esta seguridad y unión de corazones, ellos podrán salir una vez más a plasmar en el mundo los rasgos de Cristo.
(Padre José Kentenich, Fundador del Movimiento de Schoenstatt, 18.07.1967)
Desde su sentido en la Biblia, el nombre Sión nos recuerda el lugar de Pentecostés
Apunta a lo alto, a la Jerusalén celestial, y también al núcleo religioso y al centro de unidad en el Antiguo Testamento. El nombre también señala a la “Hija de Sión”, a María, cuya vocación fue preparar un hogar humano donde el Hijo de Dios pueda vivir en el mundo. Sino también recuerda las palabras de Jesús sobre nuestro testimonio como cristianos en medio del mundo, debemos iluminar como una ciudad sobre el monte (Mt 5,14).
El Monte Sión es llamado el lugar donde “Dios habita entre los hombres”, nuestra vida aquí debería ser de tal manera que podamos encontrar, por Cristo y con María, en el Espíritu Santo, el camino hacia el Padre.
El Santuario fue lo primero en ser construido en el Monte Sión, en 1970
La piedra fundamental del Santuario del Monte Sión en Schoenstatt proviene de los cimientos de mármol de la primera Basílica de San Pedro en Roma (la Basílica del Emperador Constantino). Está unida a la clausura del Concilio Vaticano II, ya que en la ceremonio oficial, el 8 de diciembre de 1965, el Papa Pablo VI prometió a María, como signo de gratitud, construir una Iglesia en Roma bajo el título de “Mater Ecclesiae”, en una Parroquia de Roma. Ese mismo día, la construcción del Santuario “Matri Ecclesiae” en Roma también recibió su impulso definitivo, a través de una conferencia y una oración de compromiso por parte del Padre José Kentenich en el lugar del futuro Santuario, en Belmonte. Esta piedra que se encuentra en Sión fue una de las cuatro piedras seleccionadas para los fundamentos de la nueva Iglesia prometida por el Papa, y fue presentada a él ese día. En marzo de 1966, la piedra fue obtenida por un curso de la comunidad de los Padres de Schoenstatt, desde la “Fabrica” de la Basílica de San Pedro, y traída a Schoenstatt. El 18 de abril de 1970, fue incorporada como fundamento del Santuario en el Monte Sión, con la inscripción programática “Sion Patris Matri Ecclesiae”, que significa: Sión del Padre, para María, la Madre de la Iglesia. También puede significar: Sión del Padre, para la Madre Iglesia.
Un grupo de Padres de la Adoración vivieron durante muchos años en unas barracas de madres junto al Santuario. Mientras tanto, la Casa Paterna fue construida: es el lugar donde vive el Pater Familias y el Consejo General, el lugar donde se realizan los Congresos y Capìtulos internacionales.
La Comunidad se sabe enviada desde el Monte Sión a su misión global. Desde aquí implora gracias especiales para esta misión. Este es el lugar de unidad y de encuentro. Desde aquí recibe orientación y dirección, según el carisma del Fundador.